La combinación de la descarbonización del sistema eléctrico y la electrificación directa es, sin duda, la vía más eficiente y rentable para lograr una economía neutra en carbono en 2050, según un reciente informe de Ember. Esto significa que la red eléctrica se convertirá en la columna vertebral del sistema energético, transportando el 50% o más de la energía de Europa en 2050.
La reciente atención política prestada a las redes es prueba del creciente reconocimiento de su papel fundamental para el futuro de Europa y de la credibilidad de los compromisos de la UE con la neutralidad climática. Si no se refuerza la red, los objetivos climáticos seguirán estando fuera de nuestro alcance.
Ember reconoce los importantes avances que se han hecho en las redes a lo largo de los años. Sin embargo, aún queda trabajo por hacer. En esta coyuntura crítica, Ember acoge con satisfacción el próximo Plan de Acción sobre Redes de la Comisión Europea y desea contribuir a su desarrollo.
El plan de acción, según Ember, debería tratar de reconocer el papel fundamental de las redes eléctricas en la consecución de los objetivos energéticos y climáticos de la UE e integrarlo en la agenda política, como demuestra el ejemplo de la administración Biden-Harris. Un mayor apoyo político será esencial para aplicar las reformas propuestas, impulsar proyectos clave y mejorar la cooperación regional. Esto último es especialmente importante en el caso de la interconexión, donde los planes actuales no están a la altura de las necesidades futuras del sistema.
Ember considera en su informe que se debería situar la energía limpia en el centro de los planes de desarrollo de la red, en línea con el compromiso de la UE de neutralidad en carbono. Esto es clave para permitir inversiones anticipatorias en la red, asegurando que los desarrollos de la red eléctrica allanen el camino para la electrificación limpia, en lugar de ir a la zaga del crecimiento.
También es crucial, en su opinión, garantizar que las limitaciones de la red no repercutan negativamente en el nivel de ambición de los Planes Nacionales de Energía y Clima, especialmente en lo que respecta a la capacidad eólica y solar y a las cuotas de electricidad renovable.
Los analistas de Ember también consideran imprescindible distinguir claramente entre distribución, transmisión nacional e interconexión. Cada una tiene sus propios retos, plazos y soluciones. La referencia a las “redes” no dará suficiente impulso, no identificará las prioridades clave ni aportará claridad sobre los recursos adicionales.
Identificar las razones de la falta de inversión
El informe aconseja tratar de identificar y abordar las razones estructurales y económicas de la falta de inversión en la red. Por ejemplo, la aplicación incompleta de las reformas del mercado, las estructuras tarifarias o la falta de incentivos a la inversión.
Las inversiones en redes en el marco de REPowerEU se estiman en 583 800 millones de euros de aquí a 2030, de los cuales alrededor de 400 000 millones de euros se asignarán a redes de distribución. Sin embargo, actualmente los operadores de sistemas de distribución (DSO) en los países de la UE27 y el Reino Unido gastan 25.000 millones de euros al año, muy por debajo de los 34.000-39.000 millones de euros necesarios para 2030.
Por otra parte, mejorar la disponibilidad de datos y la transparencia de las redes proporcionaría información fiable, fundamental para los inversores y los consumidores de electricidad, y permitiría evaluar y supervisar mejor el desarrollo de las redes.
Los analistas de Ember también consideran importante impulsar la capacidad europea de fabricación de componentes de redes. Dado que seis de los principales agentes industriales del mundo en el mercado de alta tensión y líneas se encuentran en Europa, invertir en redes eléctricas también significa invertir en la industria europea.
También se considera importante abordar con urgencia las colas de conexión a la red, pasando de un planteamiento basado en el “orden de llegada” a otro basado en agrupaciones de “primer listo, primer servido”, así como reformar la planificación del sistema eléctrico, integrando los procesos de planificación actualmente separados para los elementos altamente interconectados del sistema eléctrico. El objetivo final sería un marco de planificación integrado, racionalizado y a nivel de sistema para el sector eléctrico que dé prioridad a la eficiencia del sistema.
Por último, el informe considera importante reconocer que las limitaciones de la red son ya un obstáculo para la transición energética, y dar prioridad a la inversión en soluciones alternativas para la red, es decir, clasificación dinámica de líneas, agrupación de cables, almacenamiento y flexibilidad de la demanda, a corto y medio plazo.